Siempre consideramos a la ciudad un monstruo, el primo frívolo y ocupado del campo. La unión del ruido y la contaminación y el crimen y, en suma, de todo lo que está mal de la comunidad humana. Pero cuando la dejamos vacía, cuando nos encerramos para evitar contagiarnos. Recordamos que desde que aparecieron las ciudades nos han fascinado con todos sus errores y horrores, con toda su inmensidad. ¿Qué es lo que más extrañamos de la ciudad? ¿Cómo volveremos a vivirla cuando podamos salir de nuevo?