La COVID-19 desencadena reacciones inflamatorias sistémicas en el organismo, que conducen a la formación de pequeños coágulos y al daño tisular. Los pulmones son particularmente susceptibles a este tipo de daño. En esta plática se describe cómo los signos iniciales de deterioro pulmonar pueden detectarse de forma temprana con facilidad para reducir las complicaciones, hospitalizaciones y muertes.