Tatiana Fiordelisio, una bióloga de mirada zapatista formada en la Facultad de Ciencias de la UNAM inventó una prueba barata para detectar covid-19: un biosensor, de confiabilidad del 80 por ciento respecto de las pruebas PCR. Sin embargo, el invento se estrelló contra la burocracia sanitaria, que fue incapaz de aprobar su uso masivo, con el argumento de que no tenía aparatos para probarlo. En este programa conocemos la vida de su inventora, y las razones que impidieron la producción masiva del biosensor.