En esta selva de asfalto y en las condiciones actuales que experimentamos a causa del COVID-19 la convivencia social se ha visto restringida y con ella nuestros cuerpos padecen la contención de su libertad. El espacio público, el encuentro, el baile, todo está cambiando. El cuerpo no pierde su libertad y se abre paso entre paredes para mantenerse en batalla. Se enciende la bocina, pones play a la pista y entonces sucede el Breakin’.