El poeta de origen chileno Raúl Zurita reflexiona sobre las ciudades reales y poéticas, sobre la violencia que los seres humanos ejercen contra otros seres humanos y sobre el horror que ha traído consigo la pandemia. Un horror que viene a sumarse a los que ya conocíamos. Sin embargo, sus palabras no están marcadas por la desesperanza. Para él, en el corazón de los hombres y las mujeres habita una luz que nos puede salvar. Algo de esa luz se advierte en los hermosos poemas que él mismo lee. Siguiendo a Ítalo Calvino, y en particular a El barón rampante, Zurita considera que en estos momentos, al igual que el protagonista de dicha novela, nos encontramos en una situación de aislamiento en nuestros metros cuadrados de vivienda, en nuestros árboles solitarios.