Del papel en blanco al papel hecho avión o barquito, la reflexión espacial del poema desde el golpe impreso de la letra (o su ausencia) hasta su dibujo literal, como mancha, como trama, como paisaje, como nada. Puedo hablar sin parar, encimar tótem e ídolos, fascinaciones y obsesiones, puedo intentar ordenarlo. En un ejercicio comparable a levantar paredes de galleta o de disponerlas sobre una superficie para ver el hueco que las ordena y que les permite escapar. Por eso, el título, tan pusilánime y provocador.
Ricardo Pohlenz