Poco a poco, sin percibirlo, la angustia y la tristeza embargan la vida de tres seres que, en época de pandemia, son contagiados por el virus de la Desolación, título de esta videodanza. La música del compositor Philip Glass da a esta pieza los acentos perfectos a los miedos y anhelos que viven estos tres seres debido al distanciamiento y aislamiento social que fragmenta su día a día llevándolos hacia el camino de la desolación.
“Convertí la luz natural en la luz de mi escenario” en Tiempo a solas, una reflexión dancística de Ana Laura sobre una nueva etapa de su vida, justo en el inicio del confinamiento. En esos momentos caóticos su hogar fue su refugio, un espacio de luz natural que dio vida a su danza, un trabajo intenso de muchas horas esperando los mejores instantes entre la luz y el cuerpo.